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viernes, 4 de diciembre de 2015

A MI NO ME MIRES NENA, YO VOTE A KODOS


Recuerdo aquel 24 de Mayo de 2015, más que nada porque hace muy poco de aquello, y no me sorprendió cuando me metí en Twitter y vi que Kodos era Trending Topic, la razón de ello era que una cantidad in-gente de ídem (chistaco que me permito porque es mi libro vale?) había puesto la frase que da título a este capítulo en su perfil.
Y es que, la política de hoy día no dista mucho de la dictatorial que propone Kan, o la que propone el alcalde Quimby. Y es que hay dos tipos de políticos que se pueden transportar a estos dos personajes, los que procedemos a analizar.
Desde una lejana galaxia nos encontramos a un ser verde extraterrestre (no es que Quimby no sea verde, sino en otro sentido, verde de verdad), que intercambia nutrientes de la mano de Kodos, pues bien, esto pasa también ahora mismo. No, no es que haya mutantes entre nosotros y no lo sepamos, y nooo Carmen de Mairena no es un mutante tampoco; pero sí que hay entre nosotros extraños seres que nos gobiernan, con la diferencia de que hagan lo que hagan no se ponen verdes por su mala gestión. Pero porque Kodos iba a ser mejor presidente se preguntarán, pues bien, mientras que Kan basa su política en el latigazo y en construir un cohete espacial contra un país del que no conocemos ni su nombre, Kodos es un ser más carismático, quizás era porque eligió como camuflaje a Clinton, que no dista mucho de Quimby en cuanto a tantear al electorado, pero suele caer mejor que Al Gore, que nos comenta que el país está condenado aaaadooo; además se nos partió a todos el alma cuando en un especial de Halloween se puso a llorar porque no los habían llamado, en fín, son gustos, pero está claro que si Kodos estuviese ahora mismo como candidato a la presidencia del gobierno, tendría muchas papeletas de llegar a ser presidente. Alguno de los lectores se estarán riendo porque suene a un disparate, pero si a Eurovisión fue el chiquilicuatre que más puede pasar? Ains, Eurovisión ese concurso en el que ganan los colegas de los colegas de los países, estos se podrían también considerar “colegas de otro tiempo”, se ven una vez cada mil años, hacen el apaño de votarse y luego un….a ver si nos vemos!, sí el año que viene, en la siguiente votación. Pero bueno, no nos desviemos del tema, seguimos con los políticos.
El tipo de político y más usual en nuestro país, España, es nuestro querido alcalde Quimby. En mi ciudad donde yo vivo, no desvelaré el nombre pues no quiero que me censuren años como a Krusty por decir Granada en la prensa, uy ya lo he dicho!! borren eso. Repito, en mi ciudad que se llama …..nada, nuestro querido alcalde Quimby es igual que en la serie. Es tan parecido, que quizás con un ingerto de pelo podríamos conseguir una copia exacta. Nuestro Quimby particular, también fue seducido por la idea de hacer un monorraíl en la ciudad. Este libro se publicará con fecha de 2015 y quizás cuando haya un lector en el año 2050, donde quizás ya haya un presidente gay (somos realistas), aún puede que no se haya terminado las obras. Lo peor de todo ello es que, la distancia más larga de un punto a otro de la ciudad es para que se hagan una idea, de la casa de los Flanders a la de los Simpsons, así es nuestro Quimby, seguramente cuando alguien lea este libro empiece a investigar y acabe fugándose a México a lomos de un caballo que lo conduce a su jet privado; en fin, que o proponemos al actor secundario Bob como candidato republicano a la alcaldía o tendremos que votar al representante del tercer partido político, unos tales upd o izquierda unida, que probablemente en unos años descansen con Frank Grimmes, o graimito como querían sus amigos que lo llamasen. Y no con esto quiero posicionarme ni con un partido ni con otro porque si le preguntáis a mi padre os podrá decir que mi hijo puede ser un masón, un guasón, un comunista, pero de actor porno no tiene nada, perdóname Nacho, no quiero ahondar más en tu sufrido trabajo, retiro lo dicho.

Así está la prosa......

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