Vistas de página en total

viernes, 4 de diciembre de 2015

ENHORABUENA, YA SOYS CHEFS!!!


Quizas sea mi impresión, pero ¿no hay ya demasiados programas sobre chefs? El Arguiñano fue el precursor y para mi es verdadero cocinero por excelencia, vasco como debe ser, porque los vascos son los CR7 de la cocina, y aparte tiene arte contando chistes. Exceptuando al gran Arguiñano y sus chistes, el resto en mi opinión son un coñazo a niveles altos.
Por la mañana tenemos el Robin Food, que lo presenta un tipo vasco también con barbas y que tiene el pecho super extraño como sacado para adelante, pues bien, el tipo este habla de guarrindongadas (que en vasco debe de significar algo así como “comida para ponerse como un cerdo”), pues bien, este tipo te pone a hacer de comer como buenamente puedas en casa, es decir, si la receta lleva jamón york y no tienes, no pasa nada, coges un trozo de algo que se le parezca o no. Total que nos encontramos con un mejunje que en español yo he titulado como “guateque de colesterol”. En esos platos si los analizamos con un microscopio, los ácidos grasos están dentro de tu estómago repartidos, unos bailan a modo de disco Stu en el centro, mientras que otros están enrollándose en las esquinas diciendo aquello de bésame! Soy irlandés!!. Y claro al final acabas como Homer con un marcapasos porque su indulgencia es _________.
La dinastía cocinera televisiva no acaba aquí, así, también tenemos a Chicote. Pues bien, Chicote es ese tipo que parece a Homer Obeso con su traje de flores, nada más que sustituye traje por bata, y súmale que las flores de Homer son más discretas.
Este tipo en la televisión se conoce más por los pollos que monta (nunca mejor dicho) a gente que trabaja en bares de fritanga para que se conviertan en un bar de los que se llama ahora rastro bar, nombre muy acertado porque la comida es tan pequeña que en 5 minutos no queda “rastro” de ella (hoy estoy inspirado). Y mi pregunta es ¿Por qué todos los bares tienen que ser delicatesen? Quien me conoce yo soy un tipo que le gusta el típico bar de fritanga aquí en Andalucía conocido como tapas, cuyo nombre se debe a la cantidad tan abundante de comida, que podrías tapar el agujero de la barriga (cuidado que estoy ahí en el top ten del humor), incluso en algunos sitios en los que el arroz esta tan pastoso se podría tapar agujeros de la pared, por ejemplo. De hecho siempre he pensado que un tipo que no le gusta echar una cerveza en un bareto cutre con una tapa mientras se habla de cualquier cosa absurda no es un tipo de fiar y esconde algo, quizás debajo de la ropa tenga una bata estrafalaria.
Retomando a Chicote, este hombre plagiando un conocido programa de la televisión americana “Pesadilla en la cocina”, cree que la mejor forma de que prospere un bar es a través de llamar a sus empleados ineptos, flojos o incluso se ha escuchado alguna vez un giliiiiiiiii, una cosa sorprendente oye. Además lo intenta hacer con bares que llevan abiertos al público muchos años, en algunos casos, alrededor de esos bares después se ha construido el pueblo. ¿Cómo vas a cambiar el “Todo lo que pueda comer” en la “Trufa Dorada”? Aaaaaargh esa imagen sustituirá a la ballena en mis pesadillas (ballena por el símil simpsoniano no por Chicote, aunque una vez dicho…). Si el bar Paco de toda la vida de la esquina de tu barrio ha estado allí durante tanto tiempo es por algo, una buena tapa o un buen plato de comida es a veces mucho más importante que tanta imagen, aunque se coma por los ojos. No por ello, quiere decir que no se deba de mejorar, pues ahí consiste la evolución, pero no quiero ir a un bar que parezca un futuro no muy lejano donde no haya el Moe de turno o un Barney trincando birra, pero ese es un tema que trataremos en otro capítulo.
Y por último y el más acojonante programa de chefs es como no….Master chef. No nos engañemos algunos lo veríamos por la simpatiquísima presentadora, ex novia del mejor portero de todos los tiempos que cuando la vea por la tele deberá pensar….bueno por lo menos hemos sobrevivido que es lo importante. Pero no he venido a hablar de Eva González y su dulce cu, pero no podía dejar pasar la oportunidad de decirle que es mi dulce Venus y que le da vidilla a un coñazo de programa.
Pues bien, este programa tiene una jartá de concursantes los cuales tienen que pasar unas pruebas, en plan, tienes que hacerme un cochinillo al horno en cinco minutos y ayudándote tan solo de dos piedras y un bote de líquido de frenos y cosas más difíciles aún, a veces tan solo al alcance del ídolo de Paty y Selma. Además aparte de hacerte cocinar en condiciones dificilísimas, hay otras pruebas en las que la creatividad cuenta, recordándome inevitablemente a Homer cuando quería ser artista, que en este programa lo hubiese ganado de calle. Pues bien, uno de los concursantes hizo un plato conocido como el “León comegambas”, bien este plato consistía en unos bigotes de gamba puestos alrededor de una patata “cocida”, entrecomillado porque he visto piedras mas blandas que esta, de hecho, uno de los jueces la intentó pinchar y daba la sensación de que subiría al techo y haría un control tipo Maradona al caer, porque, para comer no, pero para jugar al basket o al futbol sí que tenía utilidad. Bueno la reacción del jurado fue expulsarlo, porque el cuerpo les pedía agarrarlo del cuello como a Bart, o decirle: te invitaríamos a un gelatto pero…..ya sabes.
Este programa además cuenta con una sección infantil, en la que, quieren dar a conocer a los chavales que la cocina es un sitio maravilloso en el que desarrollar la creatividad, quemarte una mano, saltarte el aceite en la cara y quedarte como Hugo, o incluso que te ataque una langosta en la nariz como aquél francés en la fiesta del sobrino de Quimby. La verdad en ese aspecto, fuera ya del tono cómico del libro, me alegra porque la conciencia de los niños de azul y las niñas de rosa se acabó por fin, y todos hombres y mujeres debemos ayudar en la cocina, así que, por ese aspecto, punto a favor para los productores, de hecho ahora mismo he tirado el sombrero y he disparado al aire como un millonario tejano, una pena que no se vea.
Pero bueno, lo que quería recalcar, que el otro día me resultó más que curioso, o una tomadura de pelo, es que, un programa les dijeron a los chavales que les iban a visitar Mac Robinsher, Paul Mirrten o Fernand Polansky (nombres inventados), en fin, estrellas michelín que quienes no estamos familiarizados de manera profesional con el mundo de la cocina más allá de freír un huevo o hacer unas lentejas nos suenan lo mismo que Mister Clokel, a chino. Pues bien, los chavales se empezaron como se dice aquí “a hacerse peazos” de alegría porque venían estos tíos al programa, casi como si quienes fuesen a visitarlos fuesen de la talla de Cristiano Ronaldo, Messi, El Dioni, Carlos Jesús o el mismísimo Cañita Brava. ¿No les resulta raro que un chaval de doce años que pide un zumo de piña cuando va con sus padres a tomar algo conozcan a una estrella michelín? Quizás sea yo el inculto y el resto sean súper bebés brasileños con una mente prodigiosa, si es así, mil peldones.  

Así está la prosa...........


No hay comentarios:

Publicar un comentario